Tengo una mala costumbre y es acostarme tarde. Entre otras cosas, hoy se me ha ocurrido mirar si este blog seguía existiendo en este plano de la realidad. Efectivamente existe, y sigue teniendo el mismo ridículo nombre. Era muy fan de los juegos del hambre, I know.
Nadie va a ver esto de momento, así que... puedo escribir lo que me dé la gana. Podría dar mis datos bancarios, contar mis más oscuros secretos... o tal vez esté siendo espiada por la CIA. Si has llegado hasta aquí, tu nivel de stalkeo es guay. Me caes bien (y me das miedo).
Me ha sorprendido leer de nuevo algo de lo que escribí en este blog y comprobar que mi nivel de redacción era mejor en el instituto que ahora que estoy en la universidad. Tal vez estudiar en inglés me está haciendo olvidar cómo se escribe en español. En fin, me esperaba encontrar tonterías pero hablaba de temas importantes y complicados como la existencia del alma (aunque nos los mandaban para clase, claro está).
Extraño un poco dar clases de filosofía. Siempre fui bastante dada a indagar y cuestionar las cosas, pero esas clases significaron que abriera los ojos bastante. Esas y las clases de composición musical, que no sólo eran de composición, eran una guía para la vida.
No sé ni de qué estoy hablando. Estoy cansada, he tenido un día horrible, pero me apetecía escribir. Aunque no seguí escribiendo en este blog siempre he escrito en cuadernos, libretas, servilletas, paredes y brazos ajenos. ¿Cómo vive la gente que no escribe lo que siente y lo que piensa? Para mí es una parte fundamental para estar a gusto conmigo misma.
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